Amy Goodman, Democracy Now!
El periodista Stephen Grey, cuyo documental “Rendición Extraordinaria” se emite en los canales de TV de la PBS esta semana, me contó: “Yo, como muchos periodistas, debería publicar una corrección, en realidad una disculpa, porque todos hemos dado a conocer a “el submarino” como una simulación de ahogamiento. Está claro, según los que lo han practicado, que se trata de un ahogamiento real... es algo que causa un fuerte impacto en la conciencia y, por lo tanto, estamos habando de tortura”.
En una encomiable demostración de compromiso con su trabajo, el ex Fiscal General Adjunto en funciones, Daniel Levin, según ABC News, se sometió al “submarino” cuando la Casa Blanca le encargó que replanteara su postura oficial sobre la tortura en 2004. Cuando llegó a la conclusión de que “el submarino” es una forma de tortura, fue desplazado de su cargo.
El lunes 5 de noviembre, activistas contra la tortura efectuaron una demostración real de un “simulacro de ahogamiento” frente al Departamento de Justicia. El actor de veintiséis años Maboud Ebrahimzadeh se ofreció como voluntario para ser la víctima. Al terminar la sesión, estaba al borde del llanto: “Es la experiencia más aterradora que he vivido. Y, a pesar de que es un ambiente controlado, cuando el agua entra en tus pulmones, quieres gritar pero no puedes, porque ni bien lo haces te ahogas”.
Cuatro abogados militares enviaron una carta a Patrick Leahy, presidente del Comité Judicial del Senado, declarando lo siguiente: “El “submarino” es inhumano, constituye tortura y es ilegal”. Veinticuatro ex agentes y analistas de inteligencia manifestaron su acuerdo con los abogados militares añadiendo: “Sea que los servicios de inteligencia de EE.UU. estén actualmente usando o no esta práctica, debería ser bien fácil para él [Mukasey] responder”.
A pesar de esto, Mukasey declaró ante el Comité Judicial del Senado: “Desconozco lo que implica esta técnica, no sé si “el submarino” es una forma de tortura”.
En la audiencia del Comité Judicial en la que se votó sobre el nombramiento, Leahy dijo: “Ningún senador debiera ser cómplice de las manipulaciones legales de esta administración, apoyadas por personas como Alberto Gonzales, John Yoo y David Addington, y acordar con ellos en que las leyes vigentes no hacen de “el submarino” algo ilegal. Hemos perseguido las llamadas “torturas del agua” durante más de 100 años”.
Soldados de EE.UU. han sido procesados por participar en simulaciones de ahogamiento en Filipinas en 1901 y en Vietnam en 1968. Estados Unidos encarceló a un oficial japonés en 1947 por usar este método contra tropas estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial.
Es ilegal según las Convenciones de Ginebra, que prohíben ‘ofensas contra la dignidad personal’, lo que incluye el trato cruel, humillante y degradante. Es ilegal según la Ley contra la Tortura, que prohíbe actos ‘destinados específicamente a infligir sufrimiento severo ya sea mental o físico’. Es ilegal según la Ley sobre el Trato a los Detenidos, que prohíbe el ‘trato cruel, inhumano o degradante’. Y viola la Constitución”.
Ahora solamente el Senado puede bloquear el nombramiento de Mukasey. Quizás, aunque sea, un senador se decida a obstruir la confirmación, sería suficiente para que Mukasey investigue y haga pública su opinión sobre si “el submarino” es una forma de tortura.
Fuente Rebelión
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