Han deshonrado la democracia

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Por Rolando Araya Monge

Nadie creyó que pudieran llegar a tanto. El memorando Casas-Sánchez resultó una inocente fábula al lado de lo que hicieron. Se habían logrado superar las desventajas iniciales, incluyendo el acto de parcialidad de no haber incluido un aporte estatal para los gastos de ambas partes.

A sabiendas, el Tribunal Supremo de Elecciones dejó que el proceso fuera una pelea de burro amarrado contra tigre suelto, pues poderosos medios de comunicación atropellaron el principio constitucional de igualdad. Transgrediendo la Constitución (art. 95, imparcialidad por parte de las autoridades gubernativas), el TSE permitió que el Gobierno abusara del poder y los recursos públicos en forma impúdica para aprobar el TLC. Y aun así, la prensa favorable al TLC tuvo que publicar encuestas que daban por seguro el triunfo opositor.

Pero esa victoria fue arrebatada a última hora con acciones nunca vistas. Tanto el poder del Gobierno como el de grandes empresas fueron utilizados para extorsionar a trabajadores y ciudadanos. Se violó la tregua con una campaña de intimidación a través de documentos salidos de la propia Casa Blanca, mientras se ocultaban los mensajes de los senadores demócratas, dando completa seguridad a Costa Rica sobre su acceso privilegiado al mercado de los Estados Unidos.

Una entrevista malintencionada de CNN fue repetida una y otra vez por varios canales. Miles de ciudadanos de todo el país recibieron mensajes grabados de Oscar Arias. Y corrieron los millones de dólares venidos de todas partes, sin ningún control. Y de manera increíble, aun cuando ya se sabía de la entrega de bonos y víveres, se denunció la compra de votos en los lugares más pobres.

Las versiones que llegan de muchas partes dan cuenta de pagos de miles de colones. ¿Qué más falta? ¿Qué significa esto? Los votos están en las urnas, sí, pero no fueron emitidos con libertad. Como en una dictadura cualquiera, fueron manipulados. Un proceso como este, en el que hay documentos públicos probatorios, como el memorando Casas-Sánchez, es ilegítimo aunque el TSE dijera que es legal. El resultado aritmético no legitima el TLC. El atropello, la inequidad de la información, la trasgresión de las leyes electorales y otros abusos más, desautorizan el resultado.

¿Qué más sigue en esta maltrecha democracia? Del clientelismo se ha pasado a la corrupción total de los procedimientos democráticos. Se ha acabado la institucionalidad y Rodolfo Cerdas viene advirtiendo desde sus columnas los peligros de esta actuación autoritaria del Gobierno y sus aliados. Enormes poderes quieren llevarnos hacia una dictadura del gran capital y ese es el principal propósito de estos tratados: imponer condiciones ventajosas y leoninas para el capital transnacional, al punto de construir poderes fácticos capaces de invalidar la democracia.

Así se vio cómo los trabajadores de las empresas extranjeras fueron intimidados para obligarlos a votar por el TLC. “Se violaron los derechos humanos”- afirma el abogado Juan José Sobrado. Si todo esto hicieron sin el TLC, ¿qué no harían con Costa Rica, con los blindajes jurídicos que les ofrece el Tratado? Este referendo pudo haber evitado enfrentamientos mayores. Una victoria limpia del Sí debía ser aceptada por todos. Pero todo el proceso está siendo cuestionado, y ahora el Gobierno pretende allanar el camino para la aprobación de la agenda de implementación, como si de un acto espurio puede surgir una obligación.

Habrá oposición en la Asamblea y resistencia en el país. Y ya empiezan a manifestarse figuras señeras de la ciudadanía. La denuncia emerge en todos los rincones. La democracia ha sido manchada. Mucha razón tiene el diputado Ronald Solís, cuando dijo que la “Señora Democracia” había tenido un niño llamado TLC, solo que este había sido producto de una violación. Han violentado la puerta de la democracia más sólida de América Latina.

En lugar de traer tranquilidad, la actuación del Gobierno, el TSE, las grandes empresas y la Administración Bush, ponen a Costa Rica en el camino de mayores conflictos. ¿Podrán aprobar la agenda de implementación, o tramitarla a tiempo? No lo será sin la oposición de la mayoría de los costarricenses y las organizaciones que luchan contra el TLC. Ellos saben que ganaron, que pudieron superar la enorme desigualdad, vencer todos los obstáculos y las iniquidades, menos el abuso del poder y la extorsión a la voluntad popular.

Mas del ultraje saldrán nuevas auroras. Millares de compatriotas han vivido una hermosa experiencia: sin dinero, enfrentados a una colosal maquinaria de poder político y económico, a pura fe, a puro corazón, día tras día hacen crecer la esperanza joven, el optimismo y la confianza en los valores que han hecho distinta a Costa Rica. Aun ante lo ocurrido, se ha producido una victoria: el nacimiento de una nueva conciencia, más fuerte que el TLC con sus espejismos materialistas, pues como dijo el poeta: “Podrán arrancar todas las flores, pero no impedirán la primavera”.

Los líderes demócratas, senadores y congresistas también recibieron una bofetada del señor Bush. La señora Hillary Clinton, la más probable candidata demócrata en este momento, declaró que propondría una revisión del NAFTA y después del CAFTA. Al igual que un alto número de congresistas de su partido, ha llegado a la conclusión de que estos tratados solo favorecen grandes corporaciones, a costa de la pobreza de la parte más débil, del prestigio y la posición internacional de los Estados Unidos, y de los trabajadores norteamericanos.

¿Será razonable negar que los líderes demócratas ofendidos por la administración Bush, ante las evidencias de una democracia deshonrada y la oposición de los costarricenses a las leyes de implementación, renegocien el TLC? Eso es posible. Costa Rica se ha ganado el respeto de todo el mundo por su paz, su democracia, su mejor situación social, la protección ambiental y su gestión económica.

Aquí no hay proyectos descabellados ni aventuras levantiscas, solo deseos de progresar con justicia y solidaridad, y de seguir sintiéndonos en nuestra propia casa. Continúa la lucha por la independencia, la libertad y la soberanía. Ahora contaremos con más aliados. Los Estados Unidos, América toda, admiran a Costa Rica. No estamos solos. ¡Una vez más! ¡De pie Costa Rica!


Fuente Tribuna Democrática

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