Fotocopiar libros sí lo llevaría a la cárcel

• Aseguran representantes de Cámara del Libro

• “Esas reformas fueron parte de los compromisos que obtuvimos a través del TLC”

Por Betania Artavia
bartavia@diarioextra.com

Los representantes de la Cámara del Libro se oponen a la interpretación hecha por la comisión gubernamental que aseguró que con fines educativos se puede hacer fotocopias de libros.

Su presidenta Dunia Solano aseguró que no se justifica que se pase por encima de los derechos intelectuales amparándose en los fines educativos porque en el país existen bibliotecas donde quienes no pueden comprar los libros los consulten, pues sería como pedirles a los profesores que en aras de la educación den clases gratis.

La comisión gubernamental dio luz verde a las fotocopias con fines educativos, pero la abogada Gloria Navas, representante de la Cámara del Libro, afirma que no es la autorizada para interpretar la ley porque eso les corresponde a la Asamblea Legislativa y al Poder Judicial.

En este momento tanto estudiantes como encargados de fotocopiadoras están en medio de dos aguas, primero el gobierno asegura que no es delito hacer las fotocopias de textos con fines educativos, pero los comerciantes de libros dicen lo contrario y amenazan con llevar a los tribunales a quienes lo hagan.

Por eso muchas personas dedicadas a las fotocopiadoras tienen serias dudas o simplemente no se animan fotocopiar libros, lo cual tiene en problemas a los estudiantes de escasos recursos económicos que no cuentan con dinero suficiente para comprar libros.

Solano explicó que el hacer fotocopias contribuye a aumentar el costo de los libros porque entonces las empresas traen menos y eso los vuelve más caros.

Con la reforma a la Ley de Derechos de Autor y a la de Procedimientos y Observancias de Propiedad Intelectual quienes realicen fotocopias de libros podrían ir a la cárcel de dos a cinco años, según confirmó la abogada Gloria Navas, al tiempo que advirtió que llevarán a los tribunales a quienes lo hagan.

“Esas reformas fueron parte de los compromisos que obtuvimos a través del TLC... lo que traen son reformas internas a la ley de observancia, donde en unos casos se aumentan las sanciones pero en otros casos hay sanciones muy suaves porque se pueden convertir en multa”, explicó Navas.

Según datos de la Cámara del Libro, los mayores problemas de reproducciones no autorizadas de libros se da con los textos educativos y aumenta en los textos universitarios, no tanto en los de escuela y colegio.

A nivel de universidades son los estudiantes de ciencias sociales y ciencias económicas los que más utilizan fotocopias. Estiman que dejan de percibir entre un 35% y un 80% de las utilidades debido a las fotocopias.

Esto podría significar entonces que al no poder fotocopiar los textos, el costo de la educación experimentaría un aumento en esa misma medida, de entre un 35% y un 80%, siendo la educación universitaria la más afectada porque los estudiantes deberán hacer un esfuerzo mayor para comprar libros originales y dejar de fotocopiarlos.


¿Y LOS CELULARES?

Ronald Villalobos, representante de Asofac, explicó que también los celulares son blanco de falsificaciones y las personas terminan comprando teléfonos usados, refaccionados o sin las condiciones óptimas para operar, incluso con software pirata.

A diferencia de los libros, en este caso se afecta directamente al usuario y no solo al distribuidor porque los teléfonos que se venden como nuevos pero sus piezas internas son usadas en poco tiempo le pasan la factura al comprador, pues se dañan.

El sello de garantía Asofac identifica a aquellos teléfonos de calidad, siendo una guía para el consumidor, lo que ha permitido reducir a la mitad la circulación de aparatos ilegales o “piratas”.

“En la actualidad la lucha de Asofac contra el mercado gris y negro de celulares no cesa. Como parte de nuestra iniciativa por erradicar las prácticas del pirateo o falsificación de versiones de software, la copia indiscriminada de manuales y el uso no autorizado de logotipos e imágenes nos hemos unido a aquellas instituciones como la Cámara del Libro y la Cámara de Tecnologías de Información para hacer frente a este problema, generalizado en muchos sectores empresariales”, indicó Villalobos.


Fuente Diario Extra

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