Los descubrimientos del TLC
José María Villalta Flórez-Estrada
Tal parece que después de la compra votos, el chantaje a los alcaldes, las amenazas contra trabajadores humildes y la siembra generalizada de cizaña del 7 de octubre, los que están dispuestos a hacer cualquier cosa para imponer el TLC, han dejado de cuidar lo que dicen. Al punto de que ya no pareciera preocuparles que salgan a la luz muchas de las mentiras que le dijeron a la gente durante el referéndum.
Puede ser porque creen que tienen un cheque en blanco para hacer lo que les de la gana en la Asamblea Legislativa y que la Sala IV les va a aceptar cualquier barbaridad que cometan.
De lo contrario, sería imposible explicarse declaraciones como las que el Ministro de Comercio Exterior, Marco Vinicio Ruiz, dio el día de ayer a la franquicia oficial de la manipulación informativa en Costa Rica.
Según el jefe del equipo que negoció el TLC, un nuevo proyecto de ley se ha sumado al ya voluminoso paquete de reformas a las leyes nacionales que dicho Tratado impone a nuestro país (cc. "agenda de implementación") Se trata de una reforma a varios artículos de la Ley de Derechos de Autor y Derechos Conexos.
De acuerdo con Ruiz, este "nuevo" proyecto de ley: "surgió a última hora tras descubrir que la legislación nacional en esa materia no se ajusta a los requisitos del TLC. Específicamente no era congruente con los artículos 15.5, 15.6 y 15.7." (20 de noviembre de 2007, página 5A)
¡Así sin más! La agenda de implementación empezó a crecer, a reproducirse. De pronto "surgen" proyectos nuevos. Eso sí... después del 7 de octubre... Proyectos nuevos sobre los que el pueblo no tenía idea...
Como ya están colapsados los niveles de tolerancia ante tanto descaro, mejor hagamos de ingenuos y concedamos que se trata de un verdadero "descubrimiento".
Según el diccionario, "descubir" significa "venir en conocimiento de una cosa que se ignoraba".
Que un ciudadano cualquiera descubra que el mamotreto de 3000 páginas del TLC decía esto o aquello, la verdad, no tiene nada de raro. De hecho es común encontrarse con gente que descubre que el Tratado le afectaba, nuevas trampas, frases confusas por aquí, notas al pie de página, redacciones engañosas por allá, cartas ocultas.
Pero que el máximo jerarca de quienes lo negociaron salga diciendo que "descubrió" que el Tratado afecta las leyes de Costa Rica... ¡Dios mío! Es que ni vergüenza les da...
¿Cómo es qué los expertos que representaron al pueblo costarricense en la negociación de un tratado capaz de marcar el destino del país para las próximas décadas no sabían cuales leyes nacionales van a ser afectadas y cuales no? ¿Y cómo es que casi cuatro años después de haber cerrado las negociaciones y tres de haber firmado el texto recién vienen a descubrirlo?
De verdad que las declaraciones de Ruiz son desconcertantes. Y es que ante un "descubrimiento" de semejante envergadura hay dos posibilidades:
a) Quienes negociaron el TLC no sabían que dicho tratado nos iba a obligar a modificar la legislación mencionada. Esto es equivalente a reconocer que no tenían ni idea de lo que estaban firmando. Negociaron a ciegas. Les pusieron un texto enfrente y ni siquiera lo leyeron. Entenderlo ni hablar.
b) Quienes negociaron sí leyeron el texto y creyeron entenderlo pero ahora están descubriendo que una cosa es lo que dice el texto y otra cosa lo que los gringos quieren que diga. Firmaron un texto creyendo que no afectaba la legislación mencionada pero ahora los representantes del Gobierno de EEUU les dicen que, de acuerdo a su lectura, esta legislación sí tiene que reformarse. Es decir, ya empezó el proceso de "certificación".
O una sumatoria de a y b. O mejor dejamos de hacernos los ingenuos...
En cualquier caso, siempre pierden la transparencia, la institucionalidad y, por supuesto, el pueblo de Costa Rica que siempre es el último en enterarse de los derechos que pierde...
Eso sí, este episodio es una oportunidad más para entender como fue la imposición, digo negociación, de este Tratado, el papel que jugaron y juegan los llamados a representarnos y lo que nos espera con esa ingrata "certificación", donde los países terminan obligándose a hacer todo lo que por arrebato de dignidad o gracia del destino no regalaron en la mesa de negociación.
Lo más inquietante es pensar: ¿Qué nuevos "descubrimientos" vendrán en los próximos días?
*El énfasis es nuesto
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