Nueva falacia: La crisis económica se salva cambiando la jornada laboral

|




Por Omar Salazar*

De nuevo los empresarios con la participación del Gobierno de Costa Rica siguen de necios para justificar un cambio en el Código de Trabajo Costarricense.

Ya han hecho dos intentos con los proyectos de ley 15.161 y 16.030, iniciativas que han caído por su peso al demostrarse que no son convenientes para el país y no toman en cuenta los derechos fundamentales de las y los trabajadores, es decir, son adefesios para acrecentar las ganancias en sus empresas.

Ahora aparece como por arte de magia la tercera propuesta de reforma, ya anunciada por la Ministra de Comunicación, basada en que es necesaria por la crisis económica mundial. Desean hacer creer que esta reforma, ante la crisis económica mundial, es casi “patriótica”, pero es claramente otra acometida de los empresarios para destruir las leyes protectoras de las personas trabajadoras.

Enumeramos algunos elementos para analizar el porqué de esta reforma. Se debe reconocer que la crisis económica mundial es producto del sistema liberal, que los mismos empresarios y gobierno en Costa Rica y Centroamérica nos impusieron, engañando a las personas al decir que con unirnos a la corriente mundial del libre comercio aflorarían los buenos empleos –parece que esa premisa no fue correcta.

Es el Gobierno y los empresarios los que nos llevaron a estar inmersos en un sistema económico que se basa en la creación de ficciones financieras y en las consecuentes crisis en que de esto deviene, ellos son los responsables y no las personas trabajadoras.

Los empresarios, culpables con el Gobierno, ahora plantean arreglar su mala apuesta con medidas a su favor. Plantean que la fórmula básica es bajando salarios y ampliando o reduciendo la jornada laboral. Porque en este sistema las ganancias son para a los inversionistas y las pérdidas son asignadas a las personas trabajadoras.

Según el artículo publicado en La Nación, el día 12 de enero de 2009, en la Sección de Economía, página 26-A, los empresarios indican que la reforma de la jornada, establecida para ampliarla y anualizarla, es buena para sus pretensiones, pero es mejor que se incluya la reducción de la misma. Solamente faltaría la eliminación de las formas de contratación, por ejemplo, generalizar los contratos comerciales como forma de contratación de mano de obra. Esto elimina los derechos y la seguridad social, otro objetivo de ataque de los empresarios.

Lo extraño es que cada vez que suceden hechos que agudizan y atemorizan al pueblo, la reforma al código aparece. Primero por el TLC, segundo porque sería buena para que se pudiera estudiar, luego por la crisis. De todas maneras los empresarios buscan reformar el código para su beneficio.

Como ejemplo para indicar que tal reforma no es la cura para una crisis observemos a Estados Unidos de Norteamérica, quizá es el país que más utiliza en el mundo actual diferentes tipos de jornadas y tipos de contrato. Pues bien, estas reformas que flexibilizaron y desregularon sus leyes laborales no son capaces de detener la enorme cantidad de desempleados y desempleadas que hoy día hay en ese país.


En vez de servir para que los empresarios “salven” el trabajo de las personas, estas medidas han servido en Norteamérica para que a la hora de despedir no se interponga ley alguna que le asegure a la persona su trabajo, su indemnización y sus derechos sociales y de seguridad social.

Si el empresario va a despedir, despedirá sin contemplación alguna hayan o no derechos, o haya o no reformas que flexibilizan el Código de Trabajo, pues el problema no es el número de trabajadores o trabajadoras o sus derechos laborales, el problema es el sistema económico que funciona así en las crisis.

La relación directa entre producción y cantidad de empleo en una crisis es tan clara que no se puede hacer creer a las personas que, si no se tiene capacidad de producir, los empresarios tengan la sensibilidad de mantener el empleo, bajando salarios y modificando jornadas ya que, si la producción mundial baja, por una crisis de su sistema, su lógica no es sostener a los trabajadores y trabajadoras, sino sostener su ganancia para no perder su inversión.

La falacia es hacer creer que su preocupación a la hora de pedir reforma al Código de Trabajo es proteger a la persona trabajadora.

Si el código de Trabajo se debe reformular, pues que venga el cambio, pero deberá ser con la participación de las partes interesadas y emanar de un consenso social y político, de un interés general como lo debe ser, basado en el derecho humano y no en intereses económicos y comerciales particulares solamente

Creemos que es posible concertar acuerdos para paliar la crisis sin destruir la ley laboral. Esto se ha hecho y se podrá hacer. Pero lo que hoy nos desean presentar como reformas al Código de Trabajo no será para beneficiar a la persona trabajadora, sino para que la empresa tenga más ganancia. Crisis o no crisis.


*Director Ejecutivo de la Asociación Servicios de Promoción Laboral (ASEPROLA) www.aseprola.org


Fuente Diario Extra
Suplemento Página Abierta

Caricatura El Roto


El énfasis es nuestro



0 comentarios:

 

©2009 Sin pelos en la lengua... NO AL TLC | Template Blue by TNB