Desde la Unión Nacional de Productores Agropecuarios Costarricenses UNAG, nos sentimos sumamente indignados con el decreto ejecutivo que establece que el proyecto minero Las Crucitas es de interés público y de conveniencia nacional y uno de los argumentos que da el señor presidente es que se van a generar 200 empleos, por lo que repudiamos y nos oponemos a dicho decreto porque varios de nuestros afiliados son vecinos cercanos al proyecto y nos han informado que por el contrario generará desempleo en la zona, además se presentará destrucción bosques primarios y secundarios, así como la fauna que se encuentra en dichos bosques.
Lo hacemos con la conciencia de conservar el medio ambiente y con el alma campesina que no hay dinero que pague la destrucción de la naturaleza.
Una vez más queremos demostrar ante la sociedad en general el daño que esto ocasionaría en el futuro; 300 ha de bosques primarios y secundario desaparecerán con el consentimiento del gobierno de los Arias, al menos 732 ha de bosques nativos serán afectados, entre otros. Para sacar un gramo de oro se necesita moler 1 y 1/2 tonelada de materiales, para sacar 1 kg de oro se tiene que moler y licuar grandes cantidades de material con millones de litros de agua que contiene cianuro (veneno).
En estos momentos, con solo las pruebas que se están llevando a cabo en Las Crucitas están contaminando las aguas de ríos y quebradas ocasionando muerte de terneros, aborto en las vacas y cantidad de peces muertos. Además, hay familias campesinas que siempre han usado estas aguas para sus menesteres y no las pueden utilizar porque les producen alergias. Estas minas consumen tal cantidad de agua que se puede comparar con la que consume una familia campesina en 20 años.
¿Se le puede llamar a esto paz con la naturaleza? NO, nosotros desde la UNAG creemos que el gobierno miente tanto en el exterior como a la población de nuestra Patria.
En nuestra conciencia y alma campesina solo prima una motivación, mantener vivos los pueblos, vivos nuestros campos, vivas nuestras culturas. ¿Qué será de los pueblos de la Zona Norte con sus aguas contaminadas? Posiblemente, tendrán que abandonar su territorio.
Si esto sucede ¿quienes producirán los alimentos y gestionaran ecosistemas y todos los recursos naturales imprescindibles para vivir bien? Para nosotros los campesinos y campesinas vivir bien, es vivir en humanidad y en armonía con la madre naturaleza.
José Oviedo Chávez
Biodiversidad UNAG, Vía Campesina
El énfasis es nuestro
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