- Diputados del "G-38" convirtieron en mercancía el bien público de las telecomunicaciones
Por Gerardo Fumero Paniagua*
Hoy, 45 años después de que por la Ley No. 3226 se le asignara la responsabilidad de los servicios de telecomunicaciones al ICE, presenciamos la transformación de esa Institución en un “actor” más en el mercado, según la nueva Ley de “Fortalecimiento”.
Pierde entre otras cosas la representación del país ante la Comisión Centroamericana de Telecomunicaciones (COMTELCA), la Comisión Interamericana de Telecomunicaciones (CITEL), los convenios internacionales de INMARSAT e INTELSAT y ante la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).
Pero lo grave no es lo que pierda el ICE, sino lo que pierde el pueblo. El pueblo, en especial los más pobres, a través de la Ley General de Telecomunicaciones, No. 8642, pierde la solidaridad, al prohibirse en ella los subsidios (nos latinoamericanizamos).
Los “servicios públicos”, prestados por el “Estado”, sin fines de lucro, “al costo” y con “subsidios cruzados”, que hicieron de este un país más humanitario, equitativo, inclusivo y solidario, son considerados ahora “servicios disponibles al público”; en buen castellano “mercancías”.
Esta Ley abre a la competencia los servicios rentables del ICE (redes privadas, Internet y celular) para participar a la empresa privada, nacional y transnacional, de un mercado que hoy representa más de $1.000 millones anuales, y del que el ICE con gran esfuerzo logrará mantener una tercera parte.
Un grupo de 38 “padres de la Patria”, sin el menor reparo en las consecuencias para el pueblo, pero que evidentemente favorecerán a grandes capitales, truecan los valores de nuestra Constitución por los del neoliberalismo, echando por la borda dicho legado.
A continuación los principales cambios:
*Ingeniero
Fuente DiarioExtra
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El énfasis es nuestro
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