Para decirlo en forma breve, el proyecto de los oligarcas de Santa Cruz no es autonómico sino secesionista, e implica un proceso de desintegración nacional, como no lo plantea ningún otro estatuto autonómico en el mundo, salvo tal vez los obtenidos por las regiones iraquíes kurda y chiíta bajo la ocupación militar estadunidense.
El aparente disparate de la propuesta votada ayer –y, como era previsible, aprobada por una amplia mayoría compuesta por ciudadanos reales y por votos fantasmas– obedece a dos propósitos meridianamente claros: por una parte, la urgencia de las derechas racistas bolivianas, criollas en su mayoría, por deshacerse de un presidente indígena, progresista y comprometido con las transformaciones sociales que el país sudamericano necesita con urgencia; por el otro, el interés de los grandes conglomerados transnacionales por recuperar el control sobre los recursos naturales bolivianos, control que les ha sido arrebatado en forma paulatina por el gobierno que encabeza el presidente Evo Morales con el propósito de restituirlo a la soberanía de la nación.
El mandatario fue claro en señalar que es el gobierno estadunidense el que “encabeza la conspiración”, habida cuenta que desde Washington se ha venido alentando el pretendido estatuto autonómico cruceño, a fin de negociar con la oligarquía local el acceso a los yacimientos de petróleo y gas y a los recursos hídricos de la región.
Semejante conjura oligárquica y extranjera, realizada a contrapelo de las leyes y de la Constitución de Bolivia, no habría podido emprenderse, ciertamente, en forma pacífica y democrática. La jornada transcurrió, como cabía prever, entre confrontaciones violentas y denuncias sobre urnas que llegaron a las casillas de votación previamente llenadas con votos en favor de la ilegal reforma autonómica.
Significativamente, el diferendo reveló una alineación de clases: mientras los grupos pudientes y medios se volcaban por el sí, los sectores pobres y mayoritarios optaron por la abstención, por el voto en blanco o, en algunos sectores, por el rechazo activo a la realización del referendo.
Signo de los tiempos, y no exclusivamente de los de Bolivia, la defensa de la soberanía y de la integridad nacional corre a cargo de las clases populares, mientras los acaudalados hacen causa común con las trasnacionales para propiciar el debilitamiento del Estado y crear condiciones favorables al saqueo de los recursos naturales de nuestros países.
Aunque carece de validez legal, la votación de ayer deja dividida a la provincia en la que tuvo lugar y abre la perspectiva de una inestabilidad de largo aliento en la nación andina. Se sabía: el acoso al gobierno progresista e independiente de Evo Morales está en curso, y el referendo ilegal y antidemocrático realizado por los oligarcas cruceños es apenas uno de los primeros actos de la ofensiva.
Cabe hacer votos porque el pueblo boliviano y sus dirigentes logren sortear con éxito las maniobras que se avecinan y logren, a pesar de ellas, sacar a Bolivia del estado de dependencia, atraso, desigualdad y miseria en el que la ha sumido la alianza tradicional entre los ricos locales y los ricos de fuera.
Fuente La Jornada
El énfasis es nuestro
Más:
El racismo separatista, Emir Sader
Evo somos todos, José Merino
2 comentarios:
A mí me gustaría que escribieras un post de tu propia cosecha explicando exactamente por qué no es deseable que un grupo social busque su independencia.
Digo si fué tan bueno para costa rica obtener su independencia de españa, por qué no es lo mismo de bueno que santa cruz de bolivia se independice de su país.
Creo que sería necedad preguntar si estás de acuerdo con que guanacaste se independice.
Salu2.
Este espacio pretende ofrecer otros puntos de vista.
Lo que hacemos es recopilar y difundir información que no vas ver en los medios comerciales, no es una bitácora personal.
En principio no me opongo a que la gente decida su destino. Lamentablemente este no es el caso, estamos ante un hecho ilegal realizado al margen de la Constitución, de la ley y del organismo electoral boliviano.
Lo que más molesta e indigna es que en América Latina las oligarquías hacen lo que sea con tal de mantenerse en el poder, inclusive violentar y torcer la Constitución y la ley; para luego acusar a los demás de no respetar la voluntad popular. Paradójico, ¿verdad?
De hecho, no me sorprendería la declaratoria de independencia de la “República de Papagayo”, ya les regalamos toda la infraestructura(carreteras, acueductos, telecomunicaciones) aunque en Guanacaste no haya agua, ni caminos ni escuelas ni nada.
ONU: Estatuto cruceño tiene tinte racista y es lesivo a los derechos de pueblos indígenas. ERBOL/ Bolivia
Enviado ONU dice es ilegal proyecto de autonomía en Bolivia. REUTERS/América Latina
Saludos
Publicar un comentario