- El precio global de los alimentos registró un aumento significativo durante 2007, según muchos economistas del mercado y organizaciones internacionales, como la FAO, el organismo de la ONU para la Agricultura y la Alimentación.
Adam Brooks, Washington
La FAO ya hizo su llamado de atención en diciembre, y ahora se le une el Fondo Monetario Internacional, FMI.
Este organismo multilateral ha advertido que los altos precios de los alimentos ponen en peligro la vida de millones de personas en el mundo en desarrollo.
El FMI coincide en señalar que, entre las diversas razones que han impulsado el precio de los alimentos, el desarrollo de biocombustibles a partir de maíz es una de las principales causas.
Ciertamente, señalan, están las sequías que han asolado varias de las principales regiones productoras agrícolas en el mundo.
También hay que notar la creciente demanda de carne y productos lácteos y una mejor nutrición en economías emergentes como China e India.
Los biocombutibles
Sin embargo, lo que más les preocupa es la producción en aumento de biocombustibles.
En EE.UU. se utiliza extensamente el maíz en la destilación de etanol, que luego se mezcla con gasolina como combustible de vehículos automotores.
El gobierno de Washington ofrece generosos incentivos financieros para promover el uso de etanol, con el objetivo de producir combustibles menos contaminantes y de reducir la dependencia del país en el petróleo importado.
No obstante, el FMI advierte que el incremento registrado en la demanda de maíz está haciendo que los precios de ese cereal aumenten en el mercado nacional, con un consecuente efecto global.
Subsidios
El Fondo también critica los subsidios oficiales a la producción de etanol.
Sus expertos señalan que otros países -especialmente Brasil- pueden producir etanol a partir de caña de azúcar, mucho más barato y de forma más eficiente.
Pero el efecto político que está causando la producción de etanol en EE.UU. es tal, que es poco probable que se eliminen los subsidios a corto plazo.
De hecho, el Congreso estadounidense acaba de aprobar un conjunto de leyes para impulsar la producción de ese biocombustible.
Por su parte, los economistas del FMI han expresado su preocupación de que el precio de los alimentos continúe subiendo, golpeando aún más a los más afectados: las poblaciones urbanas de los países menos desarrollados.
Fuente BBC Mundo
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