Banco del Sur

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Hacia el Banco del Sur

Un proyecto que sigue creciendo

  • Bajo las consignas de progreso, igualdad y cooperación, la nueva lógica financiera busca superar las debilidades de la región. A fines de junio, los presidentes concretarán el esquema del acta fundacional.

El proyecto Banco del Sur, lanzado el pasado 21 de febrero en Puerto Ordaz, Venezuela, es uno de los componentes del plan de integración regional propuesto desde las entrañas de los países latinoamericanos. El mismo surgió con la iniciativa del presidente bolivariano, Hugo Chávez apoyada por su par argentino, Néstor Kirchner, contando, además, con la aceptación y el respaldo de los primeros mandatarios Evo Morales, de Bolivia, y Jorge Rafael Correa, de Ecuador. Además, se incorporaron a este plan Paraguay y Brasil, este último luego de mantener una posición dubitativa con respecto al mismo.

El pasado viernes 11 de mayo, se reunieron en Río de Janeiro, Brasil, representantes técnicos de los ministerios de economía de los países miembros del proyecto con el propósito de avanzar en la discusión y planificación de los detalles correspondientes al mismo. Esta situación genera un mayor marco de legalidad y de realidad debido a que se pusieron en común puntos técnicos relacionados con el diseño y los objetivos de la iniciativa integradora.

El Banco del Sur tiene como fin convertirse en una alternativa al actual sistema hegemónico propiciado desde los organismos multilaterales de préstamo como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y ser una propuesta más ágil y eficiente que considere las fortalezas y las debilidades propias de los países de las región.

El proyecto está pensado como una herramienta que posibilite el financiamiento de obras de infraestructura, proyectos de desarrollo y el mejoramiento del comercio exterior, de acuerdo a lo planteado en los primeros trazos de la propuesta. Sobre todo, pretende contribuir a la organización de políticas que permitan escapar de una vez por todas de la cruel pobreza que azota a los pueblos de la zona.

Esto, sumado a la intención de que en un futuro los países de la región no sean dirigidos por aquellas naciones que, a través de la utilización de políticas impositivas, sustentan su posición hegemónica mundial produciendo en los países pobres un endeudamiento cada vez mayor.

El nuevo reordenamiento financiero mantiene el propósito de atender las dificultades económicas de los países que compondrán el Banco del Sur a través del resguardo de fondos conformados por las reservas internacionales de cada uno de ellos y lograr así una alternativa que lleve a la región a superar el sometimiento económico tradicional.

Para que los objetivos del Banco del Sur resulten eficaces, la entidad deberá ser guiada bajo reglamentaciones producidas por los mismos países integrantes, dejando de lado las leyes económicas, monetarias y de financiamiento impuestas por los organismos internacionales.

La prioridad central debe situarse en atender a las necesidades de la población latinoamericana en su conjunto para no recaer en el hecho de que las grandes multinacionales situadas en América Latina utilicen al banco como una manera de lograr una mejor y más amplia inserción en el mercado global.

La cuestión central para poder escapar de la dramática dependencia económica a la que está sometida América Latina, recae en la idea de que la creación de un banco propio, que otorgue herramientas propias para crear una prosperidad con políticas nativas que busquen solucionar nuestros conflictos a partir de la integración real.




Seis países de AL buscan impulsar el Banco del Sur y un Fondo Monetario del Sur

Eric Toussaint, presidente del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM), organización con sede en Bélgica -y una de las más sólidas del movimiento altermundista-, dice a La Jornada: "El Banco Mundial atraviesa el peor periodo de su historia. Esto ocurre al mismo tiempo que varios gobiernos de Latinoamérica organizan la construcción de un Banco del Sur", iniciativa de la que este jueves se revelarán los primeros detalles de su operación.


Lista de infamias

Durante la guerra fría, el Banco Mundial utilizó el endeudamiento con un objetivo geopolítico y además sostuvo, sistemáticamente, a los aliados del bloque occidental, en particular a los regímenes dictatoriales de la familia Somoza en Nicaragua; Augusto Pinochet en Chile; Mobutu Sese Seko en Zaire; Suharto en Indonesia; Rafael Videla en Argentina; Ferdinando Marcos en Filipinas, y el régimen de apartheid en Sudáfrica. "Fueron regímenes que violaron los derechos humanos y robaron sumas considerables. Y esta política continúa, ya que el banco apoya actualmente a regímenes como los de Deby en el Chad, Sassou Nguesso en el Congo, Biya en Camerún, Musharraf en Pakistán".

Abunda en el listado: el Banco Mundial, a finales de los años sesenta del siglo anterior, transfirió a numerosos países africanos que acababan de independizarse, como Mauritania, Gabón, Congo-Kinshasa, Nigeria, Kenya, Zambia, entre otros, las deudas contraídas por las ex metrópolis para sus planes colonizadores, en total violación del derecho internacional.

Noticia completa en Visiones Alternativas



Wolfowitz y la ruina del Banco Mundial

La salida de Paul Wolfowitz de la presidencia del Banco Mundial (BM) deja ver mucho más que la monumental indecencia de este halcón reciclado como funcionario internacional, quien, tras desatarse el escándalo por el incremento salarial que otorgó a su novia, Shaha Ali Riza, cuando ésta ya no laboraba en el organismo, no tuvo empacho en exigir, abogado de por medio, una suma considerable a cambio de su propia renuncia. Ahora, el antiguo subsecretario de Defensa de Estados Unidos se va a su casa con 375 mil dólares en la bolsa y una exoneración negociada con el consejo del BM, y deja tras de sí una institución sumida en profundo descrédito.

Completo en La Jornada






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