La doble moral de Laura Chinchilla

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Por Flora Fernández


El 8 de febrero de este año, al día siguiente de las elecciones, Laura Chinchilla se dirigió a la Basílica de los Ángeles a un tedeum para agradecerle a su virgencita el triunfo logrado.

En la misa oficiada por Monseñor Francisco Ulloa, diligente y lisonjero, la declaró hija predilecta de la virgen María “para que sea ella quien la guíe y la acompañe” dijo mientras ella colocaba una ofrenda floral a los pies del altar.

Tal designación solo puede deberse a que ella es un ejemplo a seguir. ¿Pero qué clase de ejemplo da quien manda a enrejar toda la Presidencia de la República por miedo a un grupo pacífico que inicia un ayuno como protesta no violenta, que no representa riesgo alguno para la integridad física de la mandataria?

El miedo es lo contrario al amor. ¿Por qué Laura siente miedo y no amor siendo hija predilecta de María? Quien camina por el sendero del amor, nunca debe temer.

La virgen María es modelo de humildad, ante la anunciación que sería madre del mesías, María dijo "He aquí la sierva del Señor; hágase en mí según tu palabra" (Lc 1, 38). ¡Nada de apegos a lo que podrían ser sus propios planes, o caprichos, o gustos! ¡Nada de egoísmos, de pensar sólo en sí misma! ¡Nada de negligencia o tardanza en su respuesta! Por su sí generoso y total, por su filial y amorosa obediencia al Padre, por su dócil y activa cooperación a sus amorosos designios, Ella llegó a ser hija muy amada, Laura en esta tierra puede ser designada lo que Monseñor Ulloa le dé la gana, pero en el más allá “por sus frutos les conoceréis”, y el fruto que está dando Laura es de arrogancia, indiferencia y miedo.

¿Por qué Laura no pone a un lado el orgullo y cruza la calle para hablar con los que están en huelga de hambre? Ellos están muy débiles y ella es muy poco lo que tiene que hacer para así demostrar su firmeza y honestidad y de paso demostrar a Monseñor Ulloa que no se equivocó al designarla hija predilecta de María.

Recuerdo el día que ante los restos de don Bosco, Laura lloró. ¡Sí, lloró ante huesos inertes! ¡Qué sensibilidad de mujer! Pensaron algunos. ¿Dónde está esa sensibilidad ahora que inconmovible sabe que los huelguistas están convirtiéndose en esqueletos vivientes?

María obedeció el plan de Dios, Laura obedece a la codicia y amenaza con su posición la Creación.

¿Qué le cuesta a Laura derogar la declaratoria de interés nacional que equivocadamente dio Óscar Arias a la mina? De la concesión en sí, serán los tribunales los que tendrán que derogarla ante la apabullante cantidad de pruebas que existen.

El costo para Laura es político, y ella graduada en Ciencias Políticas lo sabe. ¡Entonces que lo pague!

20 de octubre del 2010, a doce días de la huelga de hambre.


Fuente: Costa Rica Solidaria
crisolidaria@gmail.com


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