Crucitas o el arte de engañar

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Por Carlos Salazar


En un artículo publicado el 18 de agosto en La Nación ("Crucitas: una oportunidad para fortalecer la democracia") (1), el señor Vicepresidente de la República, Don Alfio Piva deleita nuevamente a una transnacional canadiense (y a sus pocos seguidores costa rricenses), mientras deja estupefactos y consternados a muchos más, con un artículo en el que, obviando que el 90 % de la población costarricense se ha manifestado en contra del proyecto minero ubicado en Las Crucitas (según encuestas), pretende darnos a entender que este proyecto es "una oportunidad para fortalecer la democracia" costarricense.

Si la opinión del 90% de la población es ignorada. Y si la exigencia de derogar un decreto de cuestionada "conveniencia nacional" de parte de entidades, muchas y muy diversas, conoce igual suerte, claramente el "demos" costarricense debe preocuparse gravemente por el entendimiento que tienen sus gobernantes de su parecer.

Dicho sea de paso, estas entidades son tan variadas como disímiles
como por ejemplo los Consejos Universitarios de tres prestigiosas universidad públicas del país (UNA, octubre del 2008; UCR, noviembre del 2008; e ITCR, diciembre del 2008); una docena de municipalidades, incluyendo la de San José (voto unánime, mayo del 2010) y la de San Carlos (mayo del 2010); el Colegio de Biólogos (mayo del 2010) o, hecho inusual que llama poderosamente la atención, la misma Iglesia Católica (Pronunciamiento de la Conferencia de Obispos Católicos, 12 de enero del 2010). Sin olvidar los capítulos nacionales de la UICN, tanto de Costa Rica (noviembre del 2009) como de Nicaragua (agosto del 2008) y una multitud de entidades ecologistas.

La solicitud de derogar este decreto de clara conveniencia empresarial, más de muy cuestionable conveniencia "nacional" cuenta con sólidos fundamentos técnicos y legales esbozados en un manifiesto ciudadano titulado "EL GOBIERNO PUEDE PERFECTAMENTE FRENAR LA MINERIA EN CRUCITAS" (2) publicado en varios medios digitales del país y que esta redacción suscribió.

Nadie está solicitando sino derogar este único texto, lo cual sería consecuente con el discurso de la actual administración, que ha dado énfasis en que no cree en la minería metálica a cielo abierto como base para el desarrollo.

En efecto, los demás textos sobre los que se basó la empresa y la Sala IV para decirnos que "todo es legal" (la concesión minera y la viabilidad ambiental) están siendo conocidos por tribunales de justicia.

Sobre el primer de ellos, la concesión minera, cabe recordar que, de manera inaudita, un Presidente en ejercicio negó públicamente haberla firmado al escribir "que la concesión minera en el proyecto Crucitas no fue otorgada por este Gobierno, ni por mi persona" en un artículo publicado el 15 de enero del 2010 (3). Como bien se señaló en su momento en la publicación "La concesión en Crucitas verdades incómodas" (4), la primera concesión de explotación minera otorgada a Industrias Infinito S.A. en diciembre de 2001 fue anulada mediante el Voto No. 2004-13414 del 26 de noviembre de 2004 de la Sala Constitucional. El Presidente Arias y su Ministro de Ambiente, mediante la resolución No. 217-2008-MINAE de las 15:00 horas del 21 de abril de 2008 resolvieron como punto primero: "Otorgar la concesión de explotación minera a favor de la empresa Industrias Infinito S.A. (p. 14 de la Gaceta Oficial del 20 de mayo del 2008 antes citada).

Derogar, desde el Poder Ejecutivo, una concesión obtenida de buena fe por una empresa privada si puede dar pié para una demanda internacional. Y se paga un monto por la inversión realizada si es del caso. Pero no es esto lo que se está pidiendo.

Derogar un decreto de conveniencia nacional desde el Poder Ejecutivo y dejar que los tribunales estudien las condiciones en que se otorga la concesión no da pié para ninguna demanda, tal como lo deja entender el señor Vicepresidente de manera reiterativa desde el pasado 27 de julio y extrañamente insistente.

Y si, el día de mañana, hay que suspender la actividad del todo, esto tampoco sería nuevo para Costa Rica: en materia petrolífera, una empresa noruega amenazó con demandar por 57.000 millones de dólares a Costa Rica en 1996. El año anterior, ante un tribunal arbitral, el monto se redujo a tan solo 13 millones de dólares y el Estado no se apersonó.

En ese mismo ámbito de las concesiones de exploración petrolíferas, un contrato suscrito durante la convulsionada época del presidente Tinoco en 1918, entre el Gobierno de aquel entonces y una empresa británica, fue anulada de inmediato por el nuevo gobierno del Presidente Julio Acosta. Se trata del contrato de concesión Aguilar-Amory entre Costa Rica y una compañía británica en materia de exploración y explotación petrolífera suscrito en 1918, cuya tramitación estuvo viciada desde un inicio.

El Gobierno Tinoco no lo quiso anular, y fue el siguiente, el del Presidente Julio Acosta, el que emitió una Ley de Nulidades, estableciendo la nulidad de dicho contrato. Inmediatamente el Gobierno británico cuestiono dicha nulidad, los dos países fueron a arbitraje, y el fallo arbitral de 1924 (publicado en la Gaceta No. 77.-Abril 6 de 1924) fue a favor de Costa Rica.

Claro está, en aquella época, los asesores del Presidente Julio Acosta no contaban con los que hoy se mantienen en la penumbra de la oficina del actual Vicepresidente Alfio Piva, los famosos "quince expertos" de los cuales habló en un primer momento Don Alfio y de los que no quiere dar a conocer la lista. Probablemente, porque varios de ellos figuran en la publicidad multimillonaria (pero no por ello engañosa) de la empresa como "expertos" a favor de su proyecto.

En la época del Presidente Julio Acosta, Presidente y asesores, Ministros y Gobierno, como un todo, defendían los intereses de un país por sobre todas las cosas y tuvieron la suficiente visión para darse cuenta que ante un arbitraje, Costa Rica contaba con valiosas razones para no seguir cumpliendo este contrato de concesión leonino otorgado en condiciones cuestionables por sus propias autoridades. Cambiaron los tiempos, lastimosamente, y hoy un Vicepresidente muy hacendoso pretende hacer creer al país falacias de manera prematura y sobre todo, irresponsable y profundamente dañina para los intereses futuros del país y de nuestra patria.


(1): Articulo de Alfio Piva: http://www.nacion.com/2010-08-18/Opinion/Foro/Opinion2488162.aspx

(2): Ver texto y lista de firmantes en: El Gobierno y la minería en Crucitas Manifiesto Ciudadano http://www.elpais.cr/articulos.php?id=30407

(3) Artículo de Oscar Arias. "Costa Rica será verde o no será": http://wvw.nacion.com/ln_ee/2010/enero/15/opinion2226531.html

(4): Artículo colectivo: Crucitas: verdades incómodas: http://www.diarioextra.com/2010/febrero/02/opinion14.php



Fuente: Diario Digital El País

Imagen: Diario Digital El País


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