El muy publicitado “milagro brasileño” en materia de producción de etanol en base a la destilación de caña de azúcar tiene su explicación parcial en las pésimas condiciones laborales de los trabajadores tanto de los cultivos como en la fase industrial.
La semana pasada un grupo especial de combate al trabajo esclavo en Brasil denunció las “condiciones degradantes” en que se encuentran peones de haciendas del grupo COSAN, el mayor productor de etanol de caña del mundo.
“Las peores condiciones de trabajo registradas este año de 2008 en los cultivos de caña fueron constatadas en la zona de Piracicaba, donde domina el Grupo COSAN”, se informó por parte de la Procuraduría del Trabajo.
COSAN está formada por capitales brasileños en asociación con varias empresas asiáticas y especialmente de la Unión Europea (UE). En 1999 se asoció con la británica Tate & Lyle, a la que vendió un 10 por ciento de su terminal portuaria y en 2002 estableció una alianza con Tereos y Sucden, estableciendo una nueva empresa bajo el nombre de Franco-Brasileña de Azúcar y Alcohol SA FBA (French-Brazilian Sugar and Alcohol Inc.).
En 2005 el grupo COSAN buscó socios fuera de la Unión Europea y estableció contacto con uno de los principales conglomerados de combustible a nivel mundial, la china Kuok, y al año siguiente cerró un acuerdo para la construcción de una terminal específica de carga de etanol en el puerto de Santos en acuerdo con Cargill, el Nueva América Group, y Crystalsev.
El 32 por ciento de sus acciones se cotizan en la Bolsa de Valores de Sao Paulo, en el segmento de Nuevos Mercados, de empresas que se supone mantienen la mayor transparencia y responsabilidad social. La empresa es la tercera mayor exportadora mundial de etanol y segunda de azúcar.
Según la Procuraduría brasileña, en COSAN “el trabajo degradante” comienza en el transporte en autobuses sin seguridad y continúa en el trabajo de corte, donde no hay “sanitarios, mesas, sillas ni equipos adecuados”, mientras capataces humillan y asedian a trabajadores mal remunerados y sin condiciones de higiene y confort.
COSAN posee 16 ingenios, dos refinerías de azúcar y dos terminales portuarias, en el Estado de Sao Paulo, eje de la poderosa industria azucarera de Brasil.
Los fiscales del Trabajo destacaron que la contratación de cortadores de caña es traspasada por la empresa a intermediarios que reclutan migrantes para el trabajo en “jornadas exhaustivas”. “La remuneración de esos trabajadores queda entre 500 y 600 reales (unos 312 y 375 dólares mensuales) de los cuales tienen que descontar el pago del alquiler y otros gastos”, según el documento.
Por otra parte, la Procuraduría del Trabajo también informó hoy que el Grupo Móvil localizó el fin de semana pasado 51 trabajadores en condiciones degradantes en una hacienda de caña, en el Estado de Mato Grosso.
“Los trabajadores estaban en condiciones precarias de alojamiento, el agua utilizada para el consumo humano y baño era la misma del ganado”, según la Procuraduría. “En pocas operaciones han sido encontrados trabajadores en situación tan degradante como éstos”, según el fiscal Benedito Lima, responsable por la operación.
Fuente Radio Mundo Real
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