Por Elena Villalobos Jiménez, profesora
Alemania, 1512, Georgius Sabellicus Faustus Junior, Fausto, muere con el cuello roto, se lo rompe Mefistófeles, como parte del trato firmado 24 años atrás, en el cual Fausto se compromete a entregarle su vida y su alma a cambio de poderes ilimitados durante ese período. A raíz de este hecho, se han escrito a lo largo de la historia distintas versiones del Fausto, siendo la más famosa la de Johann Wolfgang von Goethe.
Al ver en los principales medios de comunicación del país las denuncias sobre las asesorías pagadas con fondos del BCIE, a funcionarios públicos y personas estrechamente ligadas al Partido Liberación Nacional, en lugar de ir a erradicar tugurios y brindarle un techo digno a unas 600 familias, lo primero que se me vino a la cabeza, fue que Mefistófeles no espero 24 años como con el Fausto original, para cobrar su parte del trato, a los hermanos Arias.
La venta de sus almas al diablo, no les otorgo el tiempo suficiente para desarrollar todos sus proyectos económicos y políticos. Sin embargo, la pregunta de fondo es ¿quién es Mefistófeles es esta nueva adaptación de la obra?, ¿fue por la apertura de los seguros, de las telecomunicaciones, por las patentes? o, ¿ por todo y más?
En el caso de las telecomunicaciones, que es uno de los negocios más jugosos, son muchos los interesados, TELCEL, TELGUA, AT&T, o América Móvil, propiedad del magnate mexicano Carlos Slim contra Telefónica de España, que están disputándose “el alma” de los Arias.
Oscar Arias afirmo el 1° de octubre del año pasado: “Si nos va mal ( con el TLC), hablamos con los demás países y nos salimos”. A riesgo de parecer ilusa o idiota, creo que los hermanos Arias fueron inocentes, si, no midieron el precio a pagar por venderle su “alma” a varios Mefistófeles, las oligarquías centroamericanas, a Carlos Slim, a los españoles y quién sabe, creo que ni ellos mismos saben a ciencia cierta a cuántos más.
Lo que no se vale, es que pasamos de tener una mafia criolla, entiéndase oligarquía nacional, que manejaba este país a su antojo, a una mafia china, centroamericana, mexicana y otras, por el “alma” de estos dos, que a final de cuentas, me pregunto ¿valen tanto, como para hipotecar el futuro de este bello país?
Fuente Tribuna Democrática
El énfasis es nuestro
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