Lubricante

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Por Flora Fernández

La inusitada determinación y homogénea alianza de 38 diputados, con la reciente incorporación de la cumiche, no es la primera vez que se da en el país. En el 2000, sólo 6 diputados se separaron del apoyo al Combo, muchos incluso confesaron haberlo votado sin leerlo e ignoraron la gravedad e ilegalidad del mismo. Por lo menos en ese momento una Sala IV menos politizada que la actual lo mandó al archivo.

La pregunta que nos hacemos muchos ciudadanos y ciudadanas es: ¿cuál es el lubricante que aceita tan eficientemente la maquinaria dispuesta a destruir el patrimonio nacional?

En este momento los diputados y diputadas de la “alianza G-38” están a punto de votar UPOV, sin reparar un instante en el hecho que el mismo fue rechazado en dos ocasiones anteriores, por legisladores advertidos de las nefastas consecuencias que traería para los agricultores y para la alimentación del pueblo, al reconocer como “invento” las semillas. Sin caer en simplismos ni pretender teologizar la discusión, se necesita ser bastante hereje o mejor dicho muy ateo para ignorar que la Creación es obra de Dios y no de los hombres como subyace en dicho Convenio.

Mejor no hablemos del Tratado de Budapest que es el paso previo a legalizar el aborto: México con 13 años de TLC tuvo que hacerlo porque es absurdo que mientras al “científico” se le permite desechar de un solo tiro miles de embriones humanos, a la mujer que aborta la castigaba la ley por desechar tan solo un embrión. La dignidad de la persona y los derechos humanos se convierten en un producto comercial más, sujeto a las leyes de oferta y demanda.

La ampliación a derechos de propiedad intelectual más allá de lo exigido por el TLC, la destrucción del ICE con una “apertura” que demostró ser un engaño y en realidad es peor que una privatización porque se entrega el patrimonio y a cambio no se recibe nada.

Tan asqueroso es el proceder de los políticos a instancias del poder ejecutivo que desde las cámaras empresariales hasta algún comité patriótico que debe haberse infiltrado en un diario de Llorente, llegaron al extremo de escribir un editorial pegando el grito al cielo al darse cuenta que tal proceder pone en peligro la agenda de implementación.

En Estados Unidos donde los “estímulos económicos” a los senadores y congresistas no son ilegales, se reveló que para que el CAFTA fuese aprobado, se distribuyeron varios millones de dólares y claro, ese fue el lubricante que hizo posible que el milagro que TLC pasara en Estados Unidos por 2 votos.

Aquí lo que muchos quisiéramos saber es ¿Cuánto vale el lubricante para que cansados, desprestigiados y hasta gravemente enfermos legisladores y legisladoras no se pierdan una sesión y a como dé lugar aseguran quórum?


Fuente Tribuna Democrática

El énfasis es nuestro


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