En seis años baja el ingreso y hay 5 millones más de pobres en EU

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  • Aun con crecimiento económico los estadunidenses dejaron de ganar mil dólares anuales
  • De acuerdo con el censo más reciente, 47 millones de personas carecen de seguro médico


Por David Brooks

Nueva York, 30 de agosto. En Estados Unidos hay cinco millones más de pobres hoy que hace seis años, y el ingreso promedio es mil dólares inferior al que había en 2000, pero también hay noticias positivas: un perro heredó 12 millones de dólares.

El cuento de los ricos y los pobres se volvió casi patético esta semana con dos noticias. El gobierno federal anunció que aunque disminuye el porcentaje de hogares que vive en la pobreza después de cinco años de crecimiento económico, el hecho es que en 2006 (los datos más recientes) 36.5 millones de estadunidenses vivían en la pobreza, 5 millones más que en 2000.

También se informó que la multimillonaria empresaria de hoteles Leona Helmsley, quien falleció la semana pasada, le heredó a su pequeño perro maltés (su nombre es Trouble) 12 millones de dólares, y cero a dos de sus cuatro nietos (también le dejó 100 mil dólares a su chofer).

El Buró del Censo reportó que el ingreso promedio nacional se incrementó 0.7 por ciento el año pasado y alcanzó un total de 48 mil 201 dólares. Además, registró una reducción de .3 por ciento en el número de hogares en la pobreza.

Estas noticias positivas fueron subrayadas por el presidente George W. Bush como prueba de que sus políticas económicas estaban funcionando y que no deberían ser modificadas.

“Cuando mantenemos bajos los impuestos, limitamos el gasto público, y abierta nuestra economía… todos los estadunidenses se benefician. Los datos del Buró del Censo difundidos hoy confirman que más de nuestros ciudadanos están mejor en esta economía. Con una continuación en el crecimiento de ingresos y más estadunidenses sacándose a sí mismos de la pobreza”, declaró Bush.

Pero lo que no mencionó es que estos modestos avances hicieron poco para borrar el principal hecho de su gestión en materia económica: que después de cinco años desde la última secesión económica, casi nada del crecimiento económico ha beneficiado a la abrumadora mayoría de los estadunidenses. De hecho, los ingresos de estadunidenses con trabajo de tiempo completo eran más de 1 por ciento inferiores en 2006 que en 2005, y el ingreso promedio de hogares encabezados por menores de 65 años de edad permaneció 2 puntos por abajo que en 2001.

El presidente también optó por hacer una breve y ligera referencia a otro dato terrible en el informe del censo difundido esta semana: 47 millones de estadunidenses carecen de seguros de salud, lo cual implica que no tienen acceso a casi ningún sistema de salud en este país.

El Buró del Censo informó que el número de estadunidenses sin seguro de salud se incrementó 2.2 millones entre 2005 y 2006. Esta tendencia se ha intensificado en los últimos años al dispararse los costos de salud, la reducción o eliminación de seguros que las empresas ofrecían antes a sus trabajadores, entre otros factores. Peor aún, el número de menores de edad sin seguro aumentó 600 mil entre 2005 y 2006 para alcanzar un total de 8.6 millones de niños.

A la vez, reportó el New York Times al analizar los datos, el único segmento de la población cuyos ingresos en 2006 eran superiores a los de 2000 eran los hogares del 5 por ciento más rico del país, y para todos los demás eran inferiores.

“Tomado en total, los nuevos datos sobre ingresos y pobreza se intercalan de manera consistente con el patrón de los últimos 5 años, en donde el botín del crecimiento económico de la nación ha fluido casi exclusivamente a los ricos y a los extremadamente ricos, dejando poco para todos los demás”, opinó el Times en un editorial esta semana.

Pero no hay por qué preocuparse tanto, ya que la señora Helmsley dejó una buena parte de su fortuna calculada en 4 mil millones de dólares (Forbes la colocó en el número 369 en su lista de los más ricos del mundo) a las caridades. Pero Trouble, su perrito, tiene todo para vivir el resto de su vida como millonario y descansar eternamente, al morir, al lado de su benefactora en el mausoleo de lujo.

Por cierto, el testamento de Helmsley establece un fondo de 3 millones para mantener el mausoleo (con estrictas órdenes sobre cómo hacerlo). El perro fue el más beneficiado de la familia con sus 12 millones: Helmsley dejó sólo 10 millones a su hermano, y 5 millones por cabeza a dos de sus nietos, pero con condiciones que tienen que seguir, sobre todo una visita anual a la tumba de su difunto marido, y otros dos nietos se quedaron sin nada.

Al parecer, se tendrá que modificar el significado de aquello de una “vida de perros”.


Fuente La Jornada


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