Chile: Concentración de la riqueza, desigualdad y trabajo infantil

|





Bachelet se alinea con los empresarios

Para nadie es un misterio en Chile, que después de más de 34 años de políticas económicas impopulares, cuyo eje principal ha sido la implantación del modelo capitalista neoliberal, los sueños de los chilenos por vivir con dignidad y en mejores condiciones de vida, siguen siendo postergados.

El modelo económico de la dictadura y también de la Concertación, ha beneficiado a los grandes empresarios, las trasnacionales, la oligarquía financiera y económica, y los nuevos ricos que proceden del conglomerado de gobierno que ocupan altos cargos de responsabilidad en las directivas de los partidos de la Concertación, y la mayor parte de sus parlamentarios, que son tildados de políticos-empresarios.

El capital neoliberal en sí, ha generados grandes desigualdades e injusticias sociales y una brecha cada vez mayor entre un pocos ricos (5,3%) y las grandes mayorías del país, que viven endeudados y con ingresos de sobre vivencia.

Al respecto la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), ha propuesto a las autoridades de gobierno la necesidad de establecer un ingreso mínimo de 150 mil pesos (286 dólares mensuales) y que éste tenga un carácter escalonado hasta llegar a 180 mil pesos (342 dólares) al año 2010, a lo que el gobierno de Michelle Bachelet, los grandes empresarios y el pinochetismo (UDI-RN) se oponen rotundamente.

Al momento de escribir esta nota el parlamento resolvió establecer un salario mínimo de 144 mil pesos (274 dólares) mensuales. El pinochetismo representado por la UDI y RN se abstuvo de apoyar la obtención de ingresos mínimos dignos, inclinándose así a favor de los empresarios, el ministro de hacienda y la presidenta Bachelet.

Esta vez, los partidos de la coalición de gobierno solicitaron al Ministerio de Hacienda, de manera casi unánime, una propuesta más generosa y de acorde con los logros económicos del país. Y si bien la consiguieron, ésta se ubicó muy lejos de las aspiraciones de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) que esperaba obtener un sueldo básico de 180 mil pesos, de allí que los vínculos entre la central sindical y Hacienda quedaron definitivamente rotos.

Ahora diversas investigaciones y estudios realizados por universidades e instituciones privadas además de la propia Iglesia Católica, estiman que actualmente ni siquiera los 180 mil pesos que solicita la organización de los trabajadores chilenos, alcanza para vivir con dignidad y tener una mejor calidad de vida.

Pero vamos viendo, en Chile permanentemente los medios de comunicación del sistema están destacando los grandes “éxitos” de la economía chilena, crece el PIB, crece la economía en un 6%, crecen las exportaciones y el precio del cobre esta por las nubes. Todo es una “maravilla” el “sueño americano de los chilenos”, se esta cumpliendo a rajatabla dicen los tecnócratas y defensores del neoliberalismo.

Al respecto Arturo Martínez, presidente de la CUT, en su propuesta al gobierno indicó que se plantearon los puntos de vista de la organización sindical, y consideró que dados los buenos resultados económicos obtenidos por el país permiten hacer un esfuerzo generoso en este sentido.

Por su parte, el tecnócrata y ministro neoliberal Andrés Velasco indicó en su momento, que el Gobierno no ha entregado hasta el momento cifras ni propuestas, pero aclaró que 180 mil pesos de aquí a tres años no es viable. Ahora el ministro del trabajo Osvaldo Andrade, cual camaleón señaló que ese es un monto que en tres años nos parece excesivo, manifestó.

De allí que la sacrosanta alianza y alineación del gobierno con los grandes empresarios parece no tener limites, pues precisamente son éstos los que al amparo del modelo económico vigente, han obtenidos ganancias fabulosas como nunca antes en la historia del país. Cabe agregar que las grandes empresas son las que habitualmente pagan el salario mínimo.

Mientras tanto el presidente de la Confederación de la Micro, Pequeña y Mediana Industria (Conupia), Iván Vuskovic, apoyó el reajuste al salario mínimo solicitado por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) al Gobierno y desmitificó la creencia de que un reajuste importante en la remuneración básica perjudica a las pymes.

El representante de Conupia afirmó que su sector es el que tiene menor número de empleados que gana la remuneración mínima. Los que pagan el sueldo mínimo son las grandes empresas, los que subcontratan las labores en las cadenas comerciales y en el rubro agrícola. Toda la mano de obra que se contrata en la fruticultura -particularmente en el tiempo de cosecha- obtiene el sueldo mínimo, lo mismo a los que laboran en el salmón y en el subcontrato de las mineras del cobre.

La paradoja y lo degradante de esta situación, es que los altos ejecutivos de las grandes empresas privadas, los altos personeros de gobierno, los parlamentarios y los altos funcionarios del Poder Judicial, perciben remuneraciones multimillonarias, y que están muy pero muy lejos, de lo que percibe un trabajador común y corriente, contribuyendo así a un crecimiento mayor de la brecha entre neoliberalismo y proletariado.

El presidente de la CUT señalaba al respecto que “nuestro país tiene una de las más grandes concentraciones de la riqueza, posee las diferencias salariales más alta. Los gerentes ganan hasta 18 millones de pesos mensuales (34 mil dólares) y el ministro de Hacienda (Andrés Velasco) cree que un trabajador puede vivir con 145 mil pesos (274 dólares), por ello repudiamos esa conducta.

Martínez precisó que este desencuentro por el salario mínimo demuestra la profundización de la desigualdad en el país, por lo que llamó a los trabajadores a desplegar una movilización nacional desde el próximo 29 de agosto. Vamos a mostrarle al Gobierno y a los empresarios que los trabajadores no estamos dispuestos a aceptar que unos pocos ganen tantos. Vamos a movilizarnos para exigir un cambio sustancial en la ley de negociación colectiva, para que se eliminen todas las trabas que hay.

También exigiremos una reforma previsional de verdad, para que se adelanten y amplíen los beneficios, y pediremos que se ponga en marcha la nueva justicia del Trabajo y el defensor laboral, recalcó Martínez.

Dicha situación viene a reflejar una vez más, que en Chile se sigue imponiendo la lógica del capital neoliberal, la Concertación sigue gobernando para los grandes empresarios, en desmedro de la clase trabajadores, los sectores populares y las capas medias empobrecidas.

Por ello no es raro, que la gran mayoría de los chilenos se sientan desencantados con la elite política en el poder y su cogobierno con el pinochetismo (UDI-RN). No es raro que la presidenta Bachelet, la Concertación y la Alianza por Chile, continúen bajando en la encuestas de apoyo, y que la clase política se encuentra cada vez más desprestigiada ante la ciudadanía, no solo por el tráfico de influencias, la corrupción, o por el nefasto sistema de transporte público, sino por el continuismo que le han dado a toda la política neoliberal de la dictadura en el plano económico. Sin duda que el actual aumento del salario mínimo ha sido insuficiente, de una mezquindad absoluta y una burla para los trabajadores.


Fuente Rebelión

La negrita es nuestra



200 mil niños trabajan en Chile, paraíso del neoliberalismo y TLCs

La Organización Mundial del Trabajo (OIT) dio a conocer, a través de un estudio, que en Chile trabajan cerca de 200 mil niños entre cinco y 17 años, la mayoría de los cuales son indígenas de las zonas rurales del país, especialmente de las culturas aymara y mapuche.

El documento Trabajo Infantil y Pueblos Originarios en Chile realizado por el Colegio de Profesores de Chile con el apoyo de la OIT, revela cómo los niños y niñas indígenas del país realizan trabajos pesados durante largas jornadas laborales, lo que provoca "grandes riesgos para su salud" y la proliferación del ausentismo escolar.

El estudio está basado en la opinión de los profesores de zonas rurales, que al ser conscientes de las obligaciones laborales de los niños y adolescentes que acuden a la escuela, les dan mayores facilidades para poder compaginar ambas ocupaciones, con el objetivo de acabar con el abandono de la escolarización.

Así, en poblaciones como Colchane en la zona de Tarapacá, el trabajo infantil "es percibido como un paso de niño a adulto". En la Novena Región, el calendario escolar se retrasa hasta que no finaliza la etapa de recolección de piñones, que provoca que los alumnos comiencen las clases con dos meses de retraso.

Según refleja la investigación, el 86 por ciento de los niños dedican entre cuatro y seis horas diarias a "ayudar a la familia", y cerca del 10 por ciento tiene que trabajar por la situación de pobreza que viven en su entorno.

Por último, se señala que los trabajos más habituales entre los niños y niñas son los de recolección, siembra, venta de los productos recogidos y el cuidado del ganado. Además, cuando llegan a la adolescencia pueden desempeñar otro tipo de labores, como la de conducir tractores o utilizar maquinaria pesada, informó Europa Press.


Fuente Visiones Alternativas

La negrita es nuestra



0 comentarios:

 

©2009 Sin pelos en la lengua... NO AL TLC | Template Blue by TNB