Hermano en el olor a tierra
en el sabor a lucha
en la dulce manera de pronunciar el beso:
Te digo ¨hermano mío¨ aunque no te conozco
aunque sudes a oscuras
en el vientre angustioso de una mina
en la riqueza ajena de una finca
o en el reino violento de una fábrica.
Sólo diciendo hermano te puedo decir esto:
Que me des el abrazo más puro de la tierra,
porque hoy no es día de separar los hombres
por edades, colores y tamaños.
Hoy es día de amarrar a todos los países
con una sola amarra de manos y de brazos.
Creo que sólo cabe una separación,
que de todos los hombres
sólo pueden hacerse dos haces, dos ejércitos:
(perdónenme si uso esa palabra amarga)
El grupo de los hombres abrazados
y el grupo de los hombres que no quieren abrazo
ni siquiera a la fuerza.
Demás está decir que el grupo de los hombres abrazados
será tan poderoso como u terremoto
y que el grupo del odio, de los que tienen miedo
de mancharse la carne con sudor de albañil,
será como un aborto de la tierra.
De ¨Carta Circular del Abrazo¨ Jorge Debravo
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