Salud o comercio, ambos no son compatibles
Por Harry Muñoz Loaiza, CPA
Una “breve” noticia aparecida en La Nación del 6 de mayo pasado, en su página 18A, me hace recordar el TLC que se “estudia” en nuestro país: “Brasil quebró una patente de Merck”, dice la noticia… Aparte de los argumentos del Presidente Lula en donde antepone la salud pública al deseo de los usureros de lucrar con el dolor de los demás, el artículo en mención me hace aterrizar en la realidad costarricense ya que, por ser donador renal –mi hijo es el receptor– él está, de por vida, ligado a un medicamento que gracias a la Caja Costarricense de Seguro Social, obtiene para su consumo diario.
“Inmunosupresores”, entre otros, son los medicamentos que conseguirlos en las transnacionales farmacéuticas sería extremadamente caro.
¿Creen ustedes que empresas farmacéuticas como Merck, conociendo el antecedente brasileño, permitirán que sigamos comprando estos medicamentos genéricos, que por su bajo costo están al alcance del bolsillo del costarricense?
Y no es que éstos llamados medicamentos “genéricos” sean de mala calidad, no. Tal como lo dice el artículo en mención, estos medicamentos son certificados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El problema radica en que afectan las finanzas de estas empresas transnacionales, y ante esto… reglamentan su uso para su propio beneficio sin importar el dolor y sufrimiento del ser humano.
Para muestra, un botón. En el TLC se establece, en su Artículo 9.14. Excepciones, la posibilidad de que los gobiernos firmantes puedan hacer uso de mecanismo de defensa en procura de defender la salud pública; siempre y cuando las medidas no representen un obstáculo al libre comercio…
La acción que tomó el Gobierno de Brasil para salvaguardar la salud pública no la podríamos tomar en Costa Rica si se aprueba el TLC, ya que se estaría “afectando” los intereses de alguna compañía farmacéutica internacional, dueña del medicamento “original”, lo que conllevaría a una demanda inimaginable.
Que no nos vengan a engañar, como lo han estado haciendo hasta el momento, con interpretaciones antojadizas vistas desde el lente de un grupo de personas que dicen haber leído el tratado y que acusan a los que nos oponemos por razones humanitarias con que lo hacemos sin haberlo leído… Y es que lo anterior es lo que me llena de “terror”: ¿lo leyeron y aún así lo defienden?
Enterarnos de lo que esta pasando en el mundo es difícil para la mayoría de los costarricenses, ya que las noticias internacionales en donde claramente se manifiesta el impacto que ha tenido el tratado de libre comercio (llámase NAFTA o TLC) no nos llega. Para tener acceso a estas noticias hay que investigar por Internet lo que está pasando en México, Guatemala, etc. Como la balanza comercial de los Estados Unidos con Centroamérica ha pasado de un saldo negativo (déficit en su balanza comercial con Centroamérica) en los años 2002 a 2005, a tener una balanza favorable en el 2006, fecha en que entró a regir el TLC en la mayoría de países centroamericanos.
Ver la construcción de un gigantesco muro en la frontera de Estados Unidos con México para “atajar” el mar humano de mexicanos que huyen hacia los Estados Unidos en busca de trabajo, a pesar de que el NAFTA tiene más de 10 años de estar en vigencia y que cuando se estaba discutiendo se ofreció trabajo a los mexicanos.
Ver como el Gobierno de los Estados Unidos “encementará” el lecho de un río fronterizo que está en su territorio pero que por medio de las filtraciones naturales abastece grandes áreas de suelo mexicano, con el simple objetivo de evitar esas “fugas” de agua y abastecer un futuro complejo habitacional que se construirá próximamente.
Leer sobre el aumento del precio del maíz en el mundo gracias al empeño del Gobierno de los Estados Unidos de convertir este grano básico para la subsistencia del ser humano, en Etanol… Recordemos de que del maíz se producen alimentos para vacas, pollos, gallinas (huevos), cerdos, entre otros, y que el aumento del maíz repercute en todos esos derivados en perjuicio de los consumidores finales.
En síntesis, nos espera a los costarricenses una larga lucha en pro de la defensa de los ideales democráticos y sociales que nos han caracterizado desde tiempos del Cacique de Coyoche (Garabito) hasta nuestros días en donde se han interpuesto los principios de solidaridad humana sobre la codicia y el deseo de lucrar en perjuicio de unos pocos “tagarotes” que están dispuestos a pisotear estos valores.
Fuente: Tribuna Democrática
Nota: La negrita es nuestra
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