Tras la presentación del decreto del Poder Ejecutivo para convocar el referendo por otra vía, los sectores sociales acuerpan al ex diputado José Miguel Corrales en una nueva lucha, esta vez, para que el TSE no acoja ese proyecto, sino que lo deje en espera, dado que la iniciativa de Corrales fue primero.
Ayer durante conferencia de prensa en la sede de la Conferencia Episcopal acusaron al Poder Ejecutivo de estar actuando en común entendimiento con el Tribunal Supremo de Elecciones y la Sala Constitucional para manipular el referendo.
Esto porque, explicó Corrales, la Sala Cuarta debe pronunciarse sobre las posibles inconstitucionalidades del tratado comercial antes de ser sometido al referendo, dado que después no se podría modificar porque significaría irrespetar la decisión de los ciudadanos.
Insiste en que existe el derecho subjetivo adquirido y lo tiene él para la recolección de firmas, luego que el TSE se lo concediera, y para que se le revoque y se le dé el derecho al Poder Ejecutivo de presentar el decreto de referendo, debe el TSE anular primero lo concedido a Corrales y abrir un proceso de lesividad ante un Juzgado Contencioso.
En su opinión, el decreto enviado por el gobierno, una vez aprobado en el Congreso, llega al Tribunal de Elecciones a hacer fila, es decir, a acumularse, pero nunca anteponerse a la solicitud de referendo hecha por Corrales.
¿Existe diferencia entre un referendo y otro?
A criterio de Corrales y los grupos sociales, sí existe una gran diferencia entre el referendo solicitado por el verdiblanco que se realizaría mediante la recolección de firmas y el convocado por el Poder Ejecutivo, incluso califican la iniciativa del Gobierno como el “referendo del fraude”.
Según ellos, la intención del gobierno de convocar -ahora sí- el referendo es para desmotivar a los ciudadanos a salir a votar, ya que no sentirían que sea algo cercano, en cambio, durante la recolección de firmas, se debe dar una explicación a los ciudadanos, aunque sea breve, sobre porqué oponerse al tratado.
"Gobierno influiría a la Iglesia"
“En Costa Rica las paredes oyen, y los ticos somos muy comunicativos, me informaron recientemente que el Presidente asegura que el referendo será el 5 de agosto, fecha calculada y solicitará a la conferencia episcopal que el obispo en la misa del 2 de agosto en la Basílica hable a los presentes para que digan sí al referendo”, afirmó José Miguel Corrales.
Al tiempo que aclaró que no cree que la Iglesia sea capaz de prestarse a este juego del gobierno, pero “si el Presidente fue hasta el Vaticano para pedirle al Papa que les diga a los obispos que apoyen el Tratado es un mal precedente”, enfatizó el verdiblanco.
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