Consideraciones acerca del TLC

|


Desde que se iniciaron las conversaciones para "negociar" este tratado, siempre me pregunté la razón por la cual debían ser secretas. Entendería esta actitud entre empresas privadas que usan el "estira y afloja" para lograr las mayores ganancias; pero cuando se negocian intereses de países, creo que todo debe ser de conocimiento público.


¿Por qué?


Pienso que un país es como un hogar en el cual el padre, la madre y los hijos han aportado su salario para adquirir cierto patrimonio. Si en determinado momento se presenta una crisis, en ese hogar sus miembros deben reunirse y entre todos tomar la decisión de negociar ciertos bienes. Supongamos que deciden encargar a un administrador para que contacte a los posibles compradores. Ese administrador y uno de los dueños de ese patrimonio, no deben tomar decisiones sin consultar a los restantes.


Eso fue lo que sucedió con este TLC. Algunas personas tomaron decisiones trascendentales para nuestro país y no han tomado en cuenta el criterio de muchos de nosotros, que en forma vehemente, nos hemos opuesto por que, también somos parte y dueños de esta Patria.

Razones para esta oposición, tengo muchas, ya que, como pensionada me he dedicado a informarme a través de fuentes variadas. Aclaro que me opongo a este tratado y no a los tratados.


Percibo ahora que la "mano maquiavélica de los ganadores" ha logrado trasladar la discusión no hacia el TLC, sino hacia los trabajadores.Entiendo que toda persona que realiza un trabajo y por él recibe un salario, ya sea público o privado, pertenece a la misma clase. En cada uno de estos grupos hay eficientes e ineficientes, porque ello depende de su formación personal.


Si hay jóvenes que están contentos y realizados con su trabajo en una transnacional, me alegro porque lograron sus metas. Esas compañías no los van a despedir porque no se ratifique el TLC, pues ya conocen la calidad de sus trabajadores, quienes con su impresionante currícula, han dado prestigio a nuestro país, como para que se hayan asentado aquí, aún sin TLC.


Pero yo debo preocuparme por aquellos campesinos, quienes serán obligados a competir contra subsidios millonarios, por los indígenas que verán en peligro sus conocimientos ancestrales con la firma del Convenio de la UPOV.


Por estas, y muchas otras razones, yo exijo que:

  • Se retire de la Asamblea Legislativa este tratado o que no se ratifique,
  • Se planifique y ejecute un verdadero plan de desarrollo que permita a nuestros agricultores convertirse en pequeños empresarios,
  • Se fortalezca la educación pública, de tal manera que todos los jóvenes puedan aspirar a obtener un empleo digno, no solo como profesionales, sino también como técnicos y obreros calificados.
  • Se realicen nuevas negociaciones, en las cuales nuestras leyes sean respetadas como sí lo hizo Estados Unidos con las suyas.
  • Se negocien mercancías producidas por empresarios privados y no bienes del Estado.

Por haber dado mis años de juventud a esta Patria a través de mi trabajo honrado y ser contribuyente activa, me siento con todo el derecho a protestar, porque se negoció sin tomarme en cuenta y peor aún , se hizo "mesa gallega" con lo que no les pertenecía, ni a los negociadores ni a los políticos.


Concluyo con las palabras de José Martí:


"Un hombre que se conforma con obedecer a leyes injustas, y permite que pisen al país en que nació los hombres que se lo maltratan, no es un hombre honrado"



Atentamente,

M. Teresa Buzano Zepeda.

céd. 1-393-980.

0 comentarios:

 

©2009 Sin pelos en la lengua... NO AL TLC | Template Blue by TNB