El día de hoy inicia en Guanacaste, Costa Rica, una cumbre más del fallido Plan Puebla Panamá, rebautizado como Proyecto Mesoamerica, ante el enorme descrédito creado por la falacia del desarrollo neoliberal y el incremento del abismo entre las clases sociales de del istmo centroamericano y México, producto de la estrategia económica exógena impuesta desde el norte.
Los cinco corredores que pretende abarcar más de 13.000 kilómetros y según los diseñadores del proyecto propiciarán la conectividad y competitividad de la región, ponen en peligro los hábitats de la mayoría de los pueblos indígenas de mesoamerica.
El fallido Plan Puebla Panamá despertó ilusiones entre los creyentes en el "desarrollo" basado en un modelo capitalista de la explotación irracional de los recursos y la exclusión social.
Uno de los mayores señuelos de la administración del expresidente Fox, fue la instalación de una refinería en Centroamérica, que nunca llegó a concretarse, ante el declive de producción de hidrocarburos en ese país, el que supuestamente supliría el petróleo necesario.
El Proyecto Mesoamérica es la zanahoria que viene acompañada de un garrote denominado la Iniciativa Mérida, versión local del Plan Colombia. Narcotráfico y maras se han convertido en el pretexto para la militarización paulatina del istmo, siendo que los dos problemas traen un rotulo visible que dice "made in usa".
En la cumbre de Guanacaste el tema del golpe de Honduras será parte del menú obligatorio. El aberrante golpe de estado y la intervención de los Estados Unidos evidencia la pugna existente entre el Proyecto Mesoamericana y la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA).
La adhesión de Colombia al Proyecto Mesoamérica y su plan de implementación de proyectos de biocombustible, ponen de manifiesto una visión de destrucción de los remanentes de bosque tropical y de los humedales, además del desplazamiento de las poblaciones locales, acompañadas por una política de "parademocracia" que tantas víctimas humanas a cobrado el régimen de Uribe.
En Guanacaste esperamos que saldrán a relucir no sólo las fallas e imprudencias del fallido y resucitado Plan Puebla Panamá, sino también la confrontación que vive nuestro continente en contra del neocolonialismo del siglo XXI y sus recetas represivas. Al mismo tiempo los fervientes seguidores del neoliberalismo trataran de darle un maquillaje de institucionalización al Proyecto Mesoamérica, a través de la creación de marcos jurídicos que se obviaron con la iniciativa de Fox.
Para la OFRANEH y el pueblo garífuna, el Proyecto Mesoamérica no es más que una intervención en nuestro territorio, y en la actualidad vemos como uno de sus proyectos, financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), está finiquitando el humedal de Laguna de Micos en la Bahía de Tela, colocando en peligro a las comunidades circunvecinas con el relleno de 80 hectáreas del humedal; situación que exacerbada por el cambio climático traerá posibles inundaciones fatales.
La ausencia de verdaderos procesos de consulta y la utilización de ONG's prepago para maquillar el autoritarismo con que se han impuesto muchos de los proyectos del corredor caribe, demuestran la visión de exclusión de los pueblos indígenas en el ya de por sí fracasado Plan Puebla Panamá.
Organización Fraternal Negra Hondureña, OFRANEH.
La Ceiba, Atlántida, dado a los 29 días de julio.
Fuente ALAI
El énfasis es nuestro
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