FMI: Hay que reducir pobreza, pero no cambiar políticas

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  • Mientras Nicaragua negocia un acuerdo con el FMI, Honduras niega que tenga alguno con el organismo internacional


Gilberto Lopes

El mayor desafío que enfrentan los países centroamericanos sigue siendo la reducción de la pobreza, pese a los progresos económicos de los últimos años, afirmó un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre "Crecimiento Económico e Integración en América Central".

El informe fue presentado en vísperas de la Sexta Conferencia anual sobre Centroamérica, Panamá y República Dominicana, organizada por el FMI, que se realizó la semana pasada en San José.

Pese a que América Central creció en promedio, un 6% en el 2006, el mayor incremento desde hace décadas, no ha podido acercarse a los promedios de crecimiento registrados en las décadas de los años 60 y 70 ni se ha logrado alcanzar los niveles de productividad de esos periodos.

El FMI destacó que en muchos países de América Central, la productividad está por debajo de los niveles observados a finales de la década de los años 70.


Nuevas recetas

La reducción del crecimiento económico y la pérdida de productividad coinciden con la aplicación de las medidas de liberalización y privatización de la economía que caracterizó el período neoliberal impulsado por el propio Fondo y otos organismos financieros internacionales en América Latina, con resultados similares en casi todos los países.

Pero ese no fue el foco de atención de la reunión en San José. Según el FMI, la región podría evolucionar más si mejora la calidad de las instituciones, incluidas las que dependen de los gobiernos. Elevar la "calidad de las instituciones" a las que tiene Chile, por ejemplo, podría aumentar en 0,5% anual el crecimiento de países con instituciones relativamente fuertes, como Costa Rica, y por lo menos en un 3% el de países con entidades débiles, como Honduras y Nicaragua, estimó el Fondo.

Otras recomendaciones fueron promover reformas más profundas a los sistemas de pensiones, que el FMI considera insostenibles en su forma actual.

Ya el año pasado, en la reunión celebrada en el balneario de Punta Cana, en República Dominicana, el director adjunto del FMI, Agustín Carstens, había expresado el interés de los encargados de las finanzas regionales de llevar a cabo esas reformas, orientadas, en general, a aumentar las contribuciones, la edad de jubilación, y reducir los montos de las pensiones.

Reformas al régimen de jubilaciones, aprobadas recientemente en México, han provocado renovadas protestas en ese país, pero fueron alabadas por el director del FMI, el español Rodrigo Rato.

El FMI está preocupado también por el alto nivel de la deuda externa. Esto crea una "vulnerabilidad" que se pretende enfrentar con reformas fiscales y monetarias, y fortaleciendo la autonomía de los bancos centrales. Esa "autonomía", sin embargo, enfrenta duras críticas, pues va orientada a consolidar un poder económico autónomo independiente de las decisiones gubernamentales.


Abrir mercados

La otra sugerencia del FMI es "abrir mercados", como vía para acelerar el crecimiento económico. Este organismo realiza una permanente campaña en favor del tratado de libre comercio.

Carstens señaló, en la reunión del año pasado, en República Dominicana, que algunos países participantes habían confirmado que el tratado ya les estaba dando beneficios, al mejorar el "clima de negocios" e incrementar las inversiones extranjeras.

Sin embargo, datos de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL) revelan que, al contrario de las expectativas generadas por el Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, República Dominica y Estados Unidos (TLC), las inversiones extranjeras directas cayeron 60,5% el año pasado en El Salvador, que recibió apenas $204 millones por ese concepto el año pasado, cifra muy inferior a los $517 millones recibidos en el 2005.

Desde luego esas cifras son muy inferiores a las registradas en Costa Rica el año pasado, pese a no haber ratificado el TLC.

Las exportaciones, por otra parte, aumentaron en un 12%, mientras las importaciones registraron un incremento de 15%, con lo cual aumenta el déficit comercial solo compensado por las remesas de los cerca de dos millones de salvadoreños que han debido emigrar en busca de empleos.

Datos del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) estimaron un crecimiento de las exportaciones centroamericanas el año pasado en un 11%, mientras las importaciones crecerían un 14%, con un déficit de casi $12 mil millones, lo que refleja la misma tendencia global.


Nuevas políticas

En los últimos años se han intensificado las críticas a ese modelo neoliberal que el TLC pretende consolidar y el FMI apoya.

En 2003, Ha-Joon Chang, un economista de la Universidad de Cambridge, publicó "Kicking Away the Ladder", un libro que analizaba las estrategias de desarrollo de los países que hoy encabezan la economía mundial.
Su conclusión es que "los países que hoy son desarrollados, cuando intentaban crecer ...utilizaron políticas intervencionistas en la industria, el comercio y la tecnología ...", y recomienda a estos países "adoptar políticas e instituciones que se avengan más a sus estadios de desarrollo y a otras condiciones propias, lo que les permitirá crecer más rápidamente, como ocurrió en las décadas de 1960 y 1970".

Otro economista, Kamal Malhotra, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, dirigió el estudio "Making Global Trade Work for People" (Para que el comercio mundial sirva a la gente). Sus conclusiones coinciden con el trabajo histórico de Chang: muchos de los países del Tercer Mundo que actualmente tienen las mayores tasas de crecimiento son economías que rechazan las recetas del FMI y las estrategias comerciales promovidas por los Estados Unidos en sus negociaciones de libre comercio.

Los llamados "tigres" asiáticos, afirma, siguieron vías de desarrollo radicalmente distintas de las estrategias que se aplican ahora en América Central. Corea del Sur, por ejemplo, nacionalizó los bancos para financiar las inversiones, a la vez que proporcionó subsidios a las inversiones, limitando el acceso de los inversionistas extranjeros, creando empresas públicas y protegiendo a los mercados nacionales.

"La mayoría, si no todas esas estrategias, están ahora severamente restringidas por los acuerdos de la OMC", señala Malhotra.


América Central

En América Central, el FMI está en negociaciones con Nicaragua, país al que le pretende imponer 25 condiciones para otorgarle nuevos préstamos. Entre otros, el de fiscalizar la ayuda otorgada por Venezuela a ese país. Para presionar el gobierno nicaragüense, el Banco Mundial se sumó a estas exigencias, señalando que una donación de $40 millones, la mitad de los cuales se destinaría a apoyar el presupuesto queda condicionada a un acuerdo de ese país con el FMI.

Con 79% de la población en estado de pobreza, situación agravada después de la derrota electoral del sandinismo, en 1989, la recomendación del Fondo despierta resistencia en ese país, donde la "Coordinadora Civil", que agrupa a diversos partidos de oposición, ha anunciado protestas por las negociaciones.

Honduras, por su parte, ha negado que esté en conversaciones con el FMI. En los últimos años este país ha llegado a acuerdos con el FMI, como condición para lograr asistencia internacional y la condonación de la deuda con ese ente. Para eso, se vio obligada a limitar sus gastos corrientes, reducir sueldos y salarios y despedir a funcionarios públicos.


Fuente Semanario Universidad
Sección Mundo. Semana del 05 al 11 de julio de 2007.
Edición 542. Año XI

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