El TLC no está escrito en piedra

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Si se aprueba el TLC, perderemos derechos


  • Nancy Pelosi, jefa de la bancada demócrata en el Congreso estadounidense, suscribió un acuerdo con los republicanos para cambiar cuatro aspectos de los tratado de libre comercio firmados entre EE.UU. y tres países.


A la luz de los mayores derechos y garantías que Estados Unidos acordó incorporar, en el futuro, a los Tratados de Libre Comercio (TLC) que firme, Costa Rica no debería conformarse con menos y, por lo tanto, no debería aprobar el firmado por la administración Pacheco, y que sería sometido a referendo en setiembre.

Y es que el tan denostado "nadadito de perro" costarricense, que no es otra cosa que la sabia resistencia a tomar decisiones importantes hasta que "se aclaren los nublados del día", ha dado sus frutos una vez más.

Si, en el pasado reciente, el país se resistió a dejar que se aplicara aquí en su totalidad la receta del "Consenso de Washington", que incluía la venta de activos estatales -como las telecomunicaciones y la electricidad- y el desmantelamiento del Estado, y el paso del tiempo le dio la razón -pues donde sí se aplicó, se malbarataron o robaron estos activos, y se generaron crisis sociales de gran magnitud, como en Argentina-, esta vez la resistencia ciudadana a "embarcarse" en el TLC con EE.UU, Centroamérica y República Dominicana (TLC o CAFTA, por sus siglas en inglés), ha permitido saber, de boca de las propias autoridades estadounidenses, que los TLC "no están escritos en piedra".

Un acuerdo bipartidista firmado el pasado 10 de mayo entre la administración Bush y la mayoría Demócrata que actualmente controla el Congreso de ese país, introdujo modificaciones a los futuros TLC -están pendientes de aprobación por el Congreso de EE.UU, los de Colombia, Perú y Panamá-, por las cuales se amplía, aunque siempre levemente, el reconocimiento de derechos laborales que son conquistas internacionalmente aceptadas, y que en los pasados acuerdos logrados por EE.UU. incluido el CAFTA, quedaron reducidos.

Demostrando que no era cierto que era más fácil reescribir la Tabla de Moisés, que renegociar el TLC, ahora, antes de ser ratificados los ya firmados con Suramérica, los respectivos gobiernos deberán incluirles anexos en los que se incorporen las modificaciones pactadas por los demócratas.

Ante esta nueva realidad, la pregunta lógica -e indignada- que surge es: ¿por qué debe Costa Rica conformarse con menos? ¿Por qué aprobar -aunque ya haya sido firmado- un TLC en el cual Estados Unidos reconoció menos derechos y protecciones laborales, a la salud y al medio ambiente? ¿Seremos tan tontas y tontos, por aquí?

Y es que la nueva política comercial definida por el Acuerdo, incluye seis rubros -Derechos Laborales, Propiedad Intelectual, Medio Ambiente, Compras Públicas, Inversiones y Seguridad Portuaria- en los que se introducen cambios que reconocen dos derechos y prohibiciones laborales, no estipuladas en el CAFTA; se explicita el derecho de los países pobres a irrespetar las patentes en casos de necesidad para salvaguardar la salud pública o el derecho a la vida, y se flexibilizan las obligaciones del capítulo de Propiedad Intelectual; se fortalece la obligatoriedad de cumplir con una lista de convenios que protegen el ambiente y se exige sancionar con fuerza su incumplimiento, entre otros elementos.


Noticia completa en Semanario Universidad
Sección PAÍS. Semana del 24-30 de mayo de 2007.
Edición 536. Año XI

Nota: La negrita es nuestra



Retiro agenda de implementación

Siempre hemos querido un TLC con EE. UU. (Europa, China, Japón), pero renegociado


Por Ottón Solís

Los 13 proyectos de ley de la llamada agenda de implementación son parte inseparable del TLC. Tanto es así, que si este fuese ratificado pero uno solo de esos proyectos no fuese aprobado, el TLC no entraría en vigencia. Todos se mencionan en el TLC como obligaciones complementarias que debe cumplir el país y corresponden íntegramente a la ideología plasmada en el TLC. Algunos de los temas controversiales del TLC están contenidos en esa agenda de implementación.

Por la anterior, no sería honesto, y menos democrático, anunciar con bombos y platillos que el pueblo decidirá sobre el TLC y al mismo tiempo mantener en conocimiento de la Asamblea Legislativa esa agenda de implementación. Si es el pueblo es el pueblo, y no 57 diputados. Si una parte del TLC se procesa en la Asamblea Legislativa mientras se le dice al pueblo que él es el que decide por medio del referéndum, se estaría gestando una burla y el viento se habría llevado toda la retórica relacionada con el acto democrático que significa el referéndum.

Los puntos que se están renegociando en los TLC de algunos países, con el total acuerdo en Washington, son idénticos y van en la misma dirección de las objeciones nuestras. La terquedad de algunos ha hecho más acérrima la oposición y vergonzosamente hace que tengamos ante nosotros un TLC peor que el de algunos países que ni por asomo tienen el prestigio de Costa Rica. Espero que en este caso se considere nuestra justa y equilibrada propuesta.


Artículo completo en Tribuna Democrática



3 comentarios:

Phiblógsopho dijo...

Hadabruja:

Hay más sobre Svankmajer aquí y otra de sus animaciones aquí.

Un gusto visitar este blog, siempre tan lleno de información.

Saludos

hadabruja dijo...

rcc, gracias por la invitación!
Por supuesto, seguimos en la lucha!!

Un gran saludo

hadabruja dijo...

Hola Jethro! Gracias por la visita y por la invitación, voy a verla de inmediato, vos sabés como me gusta Svankmajer, de nuevo gracias.

Saludos

 

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